miércoles, 22 de junio de 2011

CANTO A LA MUSA INEXISTENTE

Muchacha, no te aflijas, que la angustia por mi sexo suturado les dará brío a los guerreros 
en la noche donde las huestes son tu arbitrio y la indómita posición de la guerra animal, 
es el extravío que hidrata a todo de suspiros elementales.

Muchacha, no te aflijas, que tus estamentos no contradigan el código con el cuál rehusaste 
de mi último y remoto deseo de convertir tus miradas en un cofre con cenizas...
¿Sólo por sentir unas cuantas espinas en la frente? ¿Sólo por sentir l'angoscia di vivere?...
Id por más brebajes para tu creación, id por más profundidad para desenterrar los enigmas de la historia, id por las licencias que dan el aval divino de señalar y sentenciar a los "ingenuos", sin siquiera, concederles, diez minutos o un tren más.

¡Muchacha, de roja insignia, la lunar impronta de tu faccia me retuerce de mariposas, y aún, así, no me decido a interrumpir el maravilloso vuelo de la indecisión! 

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